IDENTIFICACIÓN Y CÓMO LLEGAR

 Identificación.

La villa de Livia se trata de un yacimiento localizado en un rincón de la antigua Vía Flaminia, al norte de Roma, ubicada a unos 15,5 km del centro histórico de la ciudad.

En primer lugar, introduciremos al emperador que mandó la construcción de esta villa, que es ni más ni menos que el emperador Augusto. Augusto fue el primer emperador romano, que gobernó en Roma desde el 27 a.C hasta el día de su muerte en el 14 d.C. Este nació bajo el nombre de Cayo Octavio y fue adoptado por su tío abuelo Julio César, el cual le incluyó en su testamento permitiéndole llegar a las altas esferas del poder político Romano. Posteriormente recibiría el nombre de emperador Augusto.

Este lugar fue llamado así debido a que, en primer lugar, Livia era la esposa del emperador Augusto y creó la villa en su nombre, y en segundo lugar por un hecho extraordinario que le ocurrió a la emperatriz. Este hecho según los historiadores cuenta como una gallina de excelsa blancura cayó en el regazo de Livia, dicha gallina sostendría en su pico una pequeña rama de laurel. El hecho fue categorizado casi de milagroso, por lo que los criados del emperador criaron al ave y a sus crías nacidas posteriormente, y se ordenó plantar la rama de laurel que esta portaba, de la que surgiría una arboleda monumental a orillas del río Tíber cercano a la villa.



La villa sería descubierta siglos después, ya desaparecido el imperio romano. Esta se hallaba en la localidad de Prima Porta, en una colina donde se apreciaban aún los restos

romanos. Fue en el siglo XVI cuando un grupo de topógrafos como Henricus Camerarius y Antonio Fortanelli dictaminaron que se trataban de los restos de la villa de Livia.

Es entonces cuando se expande la fama de la villa de Livia, y en 1863 se realizan dos descubrimientos. Estos descubrimientos consistieron en una serie de excavaciones en las que se encontraron diferentes estancias que eran pertenecientes al complejo termal y dos bustos de época imperial. Uno era la cabeza de Apolo, y el otro una máscara sacerdotal. Aunque el hallazgo más sensacional fue el de la estatua de cuerpo entero de César Augusto, con vestimenta militar de unos 2,04 de altura, con un pequeño cupido desnudo a caballo de un delfín. La estatua se donó de inmediato al Vaticano, y hoy es mundialmente conocida como la estatua de Augusto de Prima Porta.

El hallazgo no quedó ahí, sino que unos días más tarde surgieron dos habitaciones subterráneas, en las cuales se hallaban en sus paredes unos frescos extraordinarios y en perfecto estado de conservación. Eran pinturas que representaban una entrada a un exuberante jardín, de laureles, melocotones, almendros etc. Junto a un inmenso número de aves dibujadas en ellos.

En otoño de 1863, cuando se reanudaron las excavaciones, la sala subterránea comenzaba a tener problemas de filtración de aguas que afectan a las pinturas. Los arqueólogos decidieron no extraer los frescos, y trataron de aislarlos y consolidarlos aplicando sobre ellos materiales como petróleo, soluciones alcohólicas, parafina o apósitos de miga de pan, que empeoraron en general su estado. Finalmente, las pinturas y los estucos de la bóveda, gravemente dañados durante la segunda guerra mundial, fueron extraídos en 1951 y, tras una intervención integral del Instituto Central para la Restauración, fueron trasladados al Museo Nacional Romano, en cuya sede del Palazzo Massimo se exponen actualmente.

Las sucesivas excavaciones arqueológicas han mostrado que la villa de Livia fue habitada durante varios siglos. Con una superficie de unos 14.000 metros cuadrados, se componía de ambientes privados en torno a un atrio y a un pequeño jardín interior; de grandes salas de representación, con vistas a un peristilo, y de amplias instalaciones termales dotadas de dos piscinas calientes y de una natatio, la piscina al aire libre. Como en cualquier lujosa domus romana, las estancias públicas estaban decoradas con los mármoles más preciados y con las pinturas más ricas.


Cómo llegar

 El yacimiento cuenta con una página web donde aparece información acerca de su ubicación y cómo encontrar la villa. En primer lugar su ubicación sería en  Roma, vía Villa di Livia, 187 (dentro del parque municipal Prima Porta). Y la manera más directa de llegar al lugar desde Roma sería tomando el tren urbano y bajarse en la parada de Prima Porta. Otras opciones desde España sería coger un vuelo directo hasta Roma desde 200 euros. Si vives en Roma también puedes acceder a la zona en coche, o también autobús de línea. En general, al ser una ciudad tan turística tiene un acceso muy variado y fácil.




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